Amores

Amores: Inuyasha

Aunque Inuyasha demuestre que sigue enamorado de Kikyō, no puede negar que siente algo más que amistad hacia Kagome. Por esa razón tiene serias dudas, ya que se empieza a sentir atraído por Kagome, a pesar de que no puede olvidar a su antiguo amor: Kikyō. Al principio decide quedarse con la segunda, pero después se siente muy indeciso por los celos que siente hacia Kagome cada vez que se le llega a acercar Kōga. en algunos capítulos se descuida y lanza indirectas, o hace cosas que no haría estando consciente, sobre todo cuando pierde sus poderes en la noche tenebrosa (la primera vez que ocurre es en el capítulo 13) y en la que le confiesa a Kagome que tiene un olor adorable; en otros capítulos ocurren cosas parecidas, intentan besarse pero siempre acaban ser interrumpidos por alguien, a veces es el propio Inuyasha quien estropea la situación. Inuyasha esta confuso, aunque ha demostrado muchas veces, simplemente, que cuando ve a Kikyō siente un gran dolor porque cree que fue su culpa que ésta haya sido asesinada (además de no poder concebir el hecho de haber desconfiado del amor que, hacía 50 años, había sentido por ella), Kikyō parece no amar a inuyasha, pero esta, no quiere admitirlo, y sigue buscando lo que desea su corazon. Inuyasha debe enfrentar el hecho de que el amor que sentía por Kikyö no ha hecho más que marchitarse, a pesar de saber que fue una trampa la que les hizo odiarse, no puede evitar sentir cierto "resentimiento", acrecentado gracias a las ocasiones en que ésta ha intentado herir a Kagome.

Amores: Kagome:

Kagome se deprime fácilmente cuando se da cuenta de que Inuyasha todavía se siente atraído por Kikyō y a veces piensa en que lo mejor sería si ella no volviera a ese mundo y los dejara a los dos hacer su vida, pero cambia siempre de parecer porque ella lo único que quiere hacer además de conseguir los fragmentos de la Perla de Shikon, quiere quedarse al lado de su amado Inuyasha aunque sepa que eso la va a terminar lastimando más, pero a ella no le importa nada de eso con la condición de verlo feliz. Sin embargo sabe que, a pesar de querer hacerlo feliz, ella lo ama más que nadie, incluso que Kikyo, por eso sigue a su lado.
Pero así como Inuyasha se debate su corazón entre Kagome y Kikyō, igual lo hace Kagome, al decidir con quién se quedará, será con Inuyasha, o con Kōga, un personaje mitad lobo que le confiesa su amor y sus deseos de hacerla su mujer y matar a Inuyasha para que sea el único hombre que domine su corazón. También tiene otro pretendiente de su época llamado Houjo, quien siempre está preocupado por la salud de Kagome.
Kagome esta muy enamorada de Inuyasha y él siempre, de una manera u otra se lo demuestra, pero él todavía siente un profundo amor por Kikyō quien se ha convertido en su enemiga y quiere conseguir los fragmentos para dárselos a Naraku y poder derrotarlo con los poderes de la perla. Aunque en realidad Kikyō siente una pasión muy fuerte por Inuyasha más que amor y por eso ella quiere llevárselo al mundo de los muertos lejos de Kagome que esta enamorando a Inuyasha con su dulzura y sus buenas intenciones hacia los demás. Las dudas aun no se despejan en el manga a pesar de la muerte definitiva de Kikyō y la disyuntiva de Kagome entre permanecer en alguna de las dos épocas.

Amores: Miroku:

Debido a la maldición que tiene, Miroku piensa que debe dejar descendencia cuanto antes, y a cada señorita que encuentra le pregunta que si quiere tener un hijo con él. Esto por supuesto no hace más que dejar apenada a la mujer a la cual le hace la pregunta y a sus amigos, o en ocasiones, la chica en cuestión le contesta con una cachetada por irrespetuoso, aunque a él no parece importarle. Se considera a sí mismo un casanova.
Sin embargo, parece gustarle mucho su compañera de viaje, Sango. A ella también le gusta Miroku, y en una ocasión acuerdan que después de que maten a Naraku, se casarían. Solo que la relación en ocasiones no avanza mucho, debido a que Miroku le gusta mucho poner su mano en el trasero de Sango (y de cualquier chica que tiene enfrente),quien siempre le da su cachetada cuando lo hace.
A Miroku no le gusta que lo llamen sacerdote o monje o de alguna otra manera. Resalta que es un bonzo.


Amores: Sango:

Sango siente un amor muy fuerte hacia Miroku, uno de sus compañeros de viaje. Él también la ama y prometieron que se casarían, pero es muy mujeriego, por lo que Sango se pone extremadamente celosa. Casi siempre se siente frustrada, porque frecuentemente encuentra a su prometido siéndole infiel. Afortunadamente tiene buenos amigos como Kagome o su mascota Kirara, quienes la apoyan.
Ella sin embargo se mostró muy reacia para aceptar su amor a Miroku desde el principio, notándose sólo por algunas actitudes. El monje también tuvo problemas para hacer saber que el sentimiento era recíproco, pero aún así lo demostró con algunas palabras y con ciertos actos hacia Sango,aunque por lo regular Miroku simpre se la pasa manoseandole el trasero a la bella extreminadora (él lo llamaba "tocarle sus atributos"), cosa muy típica en él con casi todas las mujeres.